Una mañana estamos en clase hablando sobre la excavación que se está
realizando para desterrar el Pilar de La Fuente de La Villa, o Pilar de
los 8 caños, que también se le conocía. Hablando de su longitud de casi
20 metros. De que fue construído en 1520 y terminado en 1535, con
motivo de la visita a la ciudad de Carlos V. Este Pilar fue enterrado en
los años 60 del siglo pasado.
Decidimos, dada la cercanía que
tiene el centro desde el cual impartimos el curso a tal lugar,
acercarnos a ver cómo van con la excavación.
Bajamos por la
calle la fuente, calle empedrada y de un único sentido de circulación.
Esta es una de las primeras vistas que nos ofrece tal recorrido.....
El Campanario de la iglesia de San Amador.
Continuamos
paseando hasta llegar a La Fuente de La Villa, es donde encontramos
como va tal excavación, y esto es lo que encontramos....
La fuente goza de un caño para llenar el cántaro, abrevadero para
beber las bestias, y pileta para lavar. En la actualidad se le dará un
uso más turístico, entre otras cosas, porque ya no hay necesidad de ir a
recoger agua para sustento diario, ni llevar a las bestias a saciar su
sed, ni ir a lavar.
La ubicación de la fuente está
en un lugar donde se puede gozar de otras riquezas patrimoniales, tales
como la iglesia de San Amador, la ermita de Santa Lucía, o la antigua
tenería, situada detrás del pilar.
En la casa de
la cultura, podemos encontrar una placa de mármol perteneciente a este
pilar, la cual estaba en la casa de un vecino, y donó al patrimonio
marteño.
Continuamos nuestro paseo de vuelta al
aula, y decidimos hacerlo por la calle Llana baja, con el fin de llegar a
casa de un artesano marteño. Artesano como pocos quedan ya.
Quien muy gentilmente nos acoge en su lugar de trabajo y nos muestra
algunos de los trabajos que realiza con sus manos, explicándonos
incluso algunas técnicas de trabajo.
Es hora de
volver, seguimos en la calle llana baja, vemos como en la fachada
lateral de San Amador se divisan unos arcos de medio punto.
Hacemos una parada junto a una casa cuya fachada aún conserva
detalles de "cualquier tiempo pasado". Incluso el detalle de la aldaba,
donde se amarraban a las bestias.
Y terminamos nuestro paseo, subiendo por la callejuela Peña.
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